Llevamos un ritmo de vida, en el que en cada momento tenemos claro cuál es el paso siguiente. Gracias a ello afrontamos el día a día con atención, presencia y la seguridad que tanto valoramos. Así, apenas tenemos tiempo de cuestionarnos si en cada instante estamos viviendo lo que queremos vivir.
Elegir el destino, “sí, sí, ya sé, por eso me decidí a emprender unos estudios, o por eso envié mi curriculum a aquella empresa,…”
¿En serio?
Entonces, ¿por qué miras al infinito con sonrisa nerviosa cuando te pregunto qué quieres ser de mayor?, dime con sinceridad, ¿hace cuánto que no te haces esta pregunta?
De pequeños, no nos costaba ningún esfuerzo contestar que queríamos ser bailarinas, veterinarios o profesores, y sin embargo, en algún momento de nuestro camino vital, nos lo dejaron de preguntar y lo peor, dejamos de preguntárnoslo a nosotros mismos.
Vale, y ahora, ¿qué hacemos?
En primer lugar, echa un vistazo a tu curriculum. Sí, tiene una letra bonita, y la persona de la foto se muestra ilusionada y profesional, pero, ¿te cuento un secreto?, no sabe a dónde se dirige y sin saberlo, ese curriculum no deja de ser un mensaje en una botella lanzada al mar (¡y sin tapón!).
Bueno, valora el esfuerzo puesto en tu curriculum porque te ha permitido hacer un esquema de todo lo que has aprendido hasta ahora. Hay muchísimas experiencias y muchos aprendizajes que te serán muy útiles en el camino de tus sueños profesionales. ¿No te lo crees?, vale, no sigas leyendo,…
Ah! Sigues ahí,… mhhh, entonces, creo que es el mejor momento para que te comprometas, si quieres, claro. Respóndete con sinceridad, ¿quieres intentar vivir de aquello que disfrutas haciendo (aunque aún no te hayas parado a pensar mucho en ello)?, ¿prefieres tratar de adaptar tu curriculum y cuanto eres, al mercado laboral actual?
Si la primera pregunta te ha hecho cosquillas por dentro, soy toda tuya. Si prefieres la segunda, aquí te dejo con tu curriculum, me voy a acompañar a los soñadores. Un placer. Hasta cuando quieras.
Bueno, ahora que nos hemos quedado solos, dime. ¿Puedes esperar un poco a confeccionar tu curriculum y buscar ofertas de empleo? No te pido mucho tiempo, sólo el necesario para prestar atención a algunos aspectos importantes.
Vamos a empezar a construir algo grande, y sí, es el momento de ser ambiciosos y apuntar alto.
El primer esfuerzo que te pido es que construyas una burbuja temporal en la que meterte sólo por un ratito.
En esa burbuja vamos a trabajar para definir tu sueño profesional, identificar cuáles son tus herramientas personales y profesionales y valorar cuán cerca estás de lograr tu objetivo.
En la burbuja, sólo hay una norma: No te limites!! Vale todo, por utópico que te parezca. Leí una vez, algo que encendió una chispa en mi alma, de tanto que resonó en mi interior: “El mundo necesita gente que ame lo que hace”,…
En nuestra burbuja se admiten futbolistas, pastores, astronautas, torneros fresadores, investigadores. En este primer paso, te pido que sueñes, y que sueñes alto. Te prometo que luego buscaremos las herramientas prácticas y reales para ver cómo lograrlo. No quiero sueños rotos, quiero que juguemos a buscar el trabajo de tus sueños y poder ofrecerte llaves para que vayas abriendo cuantas puertas encuentres en tu camino hasta llegar.
Tómatelo como un juego, pero este juego ¡¡hay que ganarlo!!
Antes de comenzar, una advertencia dado que aún no nos conocemos mucho: no te creas nada de lo que te diga. Simplemente lee, y deja que mis palabras te hagan pensar.
Tienes en ti cuanto necesitas, mi labor será sólo acompañarte y facilitarte nuevas posibilidades, perspectivas y herramientas, pero eres tú quien conduce y guía tu rumbo profesional.
Por Azu Ubierna
Proyecto Empleat 